martes, 20 de octubre de 2009

Los vecinos




Los pájaros me dan miedo, sí miedo… Y no porque crea que un día se unirán y me atacarán cual película de Hitchcock, pero no sé, hay algo en ellos que me parece … sospechoso. Por eso prefiero no verlos detenidamente, ¿saben cómo sucede cuando te quedas viendo algo por mucho tiempo y entonces lo empiezas a ver diferente y hasta asusta? Espero que sí les haya pasado si no, la freak soy yo… bueno total, así me pasa cuando empiezo a verlos demasiado tiempo. Y ahora he tenido que lidiar con esto. Vivir en el casco viejo de Tarragona es precioso, sales por las mañanas o noches y hay vida, sí vida, aunque para los sujetos de ciudad esto parezca normal aquí en Europa es algo raro si no estas en una capital. Tengo además que decir que soy afortunada ya que para llegar a mi hogar hay que pasar una muralla medieval, construcciones romanas y caminar por callejones muy mediterráneos, sin embargo, como buen centro hay palomas. No nada más son pájaros sino que son los de la peor especie. Resulta que desde la ventana del baño y de la cocina se puede ver un gran nido de éstas, que digo uno, son en realidad como tres, pero bueno, uno parece que está en desuso, otro no se logra ver muy bien y otro está justo enfrente de mi cocina el cual se ve perfectamente bien. Las palomas han hecho ahí un gran nido, impresionante, no sé de qué estará hecho, lo que sí sé es que cada vez está más grande. Con el tiempo libre que tengo he visto crecer a las palomitas desde que no tenían plumas y seguro las veré volar por primera vez, creo además que ya sé distinguir entre machos, hembras y creo… creo que hasta los puedo reconocer. Sí soy esa vecina, la que no tiene nada mejor que hacer mas que observar lo que hacen los vecinos y mis vecinos son animales que vuelan y propagan enfermedades. Don Prehistoric está preocupado, cree que si paso demasiado tiempo aquí comenzaré a platicar con ellas, yo le explico que para que eso suceda tendré que perder el miedo o asco a esos animales y por lo que veo no pasará pronto. Uno de los grandes problemas independientemente de su existencia o no es que como se creen dueñas de todo el vecindario se pasean por mis balcones como si les pertenecieran y luego quedan rastros de su presencia. Una amistosa cubana me explicó que para mantenerlas alejadas había que armarse de rehiletes, al parecer los ven como peligrosísimos monstruos-comepalomos lo que los mantiene fuera de los balcones. Yo sólo espero que éste no sea un remedio tipo el que se usa en el DF en donde se cree que las botellas de agua tiradas por las jardineras alejan a los caninos. Por lo pronto mientras no tenga otra solución comenzaré a armar mi arsenal con todo tipo de rehiletes, si no sirven por lo menos están cotorros. ¿Saben ustedes de alguna solución a los problemas vecinales?

3 comentarios:

mara dijo...

Creo que en esta ocasión, lo más ad hoc para comentarte es: Cu cú!!!
Arlo, te vas a volver loca!!! jajaja!! Al rato vas a ser la loca del parque con palomas en los hombros y semillitas en el saco viejo!!!

AJSALA dijo...

Anonia! que tal que te pones a hacer rehiletes y se los vendes a tus vecinas? asi te entretienes haci{endolos y cotorreando con las vecinas... de menos asi haras amigos! ;)
pues yo creí que los que te daban miedo eran los estorninos, que a mi en Granada lo que me pasaba es que me parecian hermosos con todo ese ruido y vuelo en conjunto hasta que los observe por un largo rato y si pense que podian ser tantos que si me les atravezava podría y omorir como si de balazos se tratase... cabe mecionar que tampoco tenía mucho que hacer, era semana santa y toooodo estaba cerrado y lo más era ir por las tardes noches a ver a los santos pasearse por tó Graná... en fin. Tranquila poco a poco encontrarás qué hacer.

Morazul dijo...

Noo, esto de no hacer nada me esta gustando eh! A todo nos acostumbramos... Sí tal vez me convierta en la loca del parque,mmmm buena actividad eh! No he encontrado personas locas aquí podría ser la primera!!